El ex presidente de esta entidad espera que los diputados desistan de marcar un “retroceso” en el sector.
La petición de una reforma al decreto que regula la contribución especial de los productores de café, para la investigación científica y transferencia de tecnología de este sector, ha despertado la preocupación de quienes aseguran que en el fondo lo que se buscaba es nacionalizar a PROCAFÉ.
Diputados del FMLN, GANA y Cambio Democrático (CD) introdujeron en la última sesión plenaria del año pasado una pieza de correspondencia en la que solicitaban que los fondos de esta contribución pasaran al Fideicomiso de Apoyo a la Producción del Café, destinado a realizar mediante “entidad pública” actividades relacionadas con la investigación y transferencia de tecnología aplicable en la caficultura.
El decreto que está en vigor estipula que estas actividades las hará una “entidad privada”. “Los fondos no son públicos, el Gobierno los maneja como fondos en custodia”, explica Mario Acosta Oertel, quien hasta el 31 de diciembre del año anterior se desempeñó como presidente de PROCAFÉ.
“No podemos permitir que el fantasma del renacimiento del INCAFE se dé en ninguna parte”, reclama el también político, quien considera dentro de la posibilidad de intencionalidades en la Asamblea, intereses y “malas intenciones” de sectores que quieren incursionar en la exportación de este producto.
“Quizá AlbaCafé quiere comenzar a incursionar en el mercado, ahora que hay buenos precios”, dijo al explicar que la defensa de este tema se ha llevado a todas las fracciones legislativas de la Asamblea, donde no se evaluó el trasfondo de la reforma que intentaron aprobar sin discusión en la última sesión plenaria de 2010.
La comisión de economía deberá tratar el tema este día. Los directivos de PROCAFÉ ya se reunieron con diputados para explicarles que la iniciativa, además de tener intenciones de nacionalización, está mal planteada porque pide la reforma al decreto legislativo 1087 del 5 de diciembre de 2002, cuando este decreto fue derogado en junio de 2009.
“Demos una salida elegante. No se puede reformar un decreto derogado”, explicó Acosta, quien admitió que al dejar el cargo como presidente de PROCAFÉ da espacio para que las discusiones de esta entidad no se politicen y sean analizadas de forma técnica.
“De alguna forma, mi participación partidaria podría afectar al sector, por los resentimientos que se pueden dar por todo lo que se dice y se hace en época preelectoral”, admite el también vicepresidente de campaña del partido ARENA.
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